Los manejan cartoneros capacitados para separar los desechos de unos 600 locales. Luego los reciclan en la planta de Mariló. Para reducir las toneladas que van a la CEAMSE, planean sumarlos a más zonas y construir otro centro de reciclaje.
El centro de San Miguel vivió una transformación total en pocos años. Y a eso se le suma, a partir de esta semana, la llegada de unos vehículos muy particulares que buscarán mejorar la recolección diferenciada de desechos en la zona más populosa –y, por ende, más generadora de basura– de todo el Distrito. Se trata de ocho carritos eléctricos que recorren circuitos preestablecidos del Paseo San Miguel y reciben todo el material reciclable que generan 600 comercios de la zona, casi el total de los que integran el centro comercial a cielo abierto.
La inclusión de los carritos como manera de fortalecer la recolección que realiza desde abril del año pasado la empresa de camiones Panizza tiene un doble objetivo: por un lado recrea los buenos resultados que se vieron en países como Brasil a partir de la utilización de este tipo de transportes pequeños, y por otro ofrece una salida laboral formal a cartoneros de San Miguel que ahora acceden a un trabajo más seguro y mejor remunerado.
El proyecto se da en el marco de un convenio que firmaron los comercios con el Municipio para entregar, en días y horarios estipulados, sus residuos reciclables, a través del programa GIRSU (Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos) que redujo en un 10% los residuos enviados al relleno sanitario de la CEAMSE.
“Vivo en Barrio Mitre y desde hace tres o cuatro años juntaba cartones en San Miguel y en Capital Federal. Era un trabajo duro, salía a las tres de la tarde y volvía a mi casa a la una de la madrugada. Ahora tengo horarios diurnos, un sueldo fijo y, sobre todo, aportes jubilatorios y obra social”, sostiene Juan, uno de los recicladores urbanos que ahora recorren las calles con los carritos eléctricos de la Municipalidad.
Mientras explica su trabajo, muestra cómo se maneja el móvil, que cuenta con una botonera en el manubrio para controlar la dirección y velocidad. Cuando retrocede, una alarma de precaución indica peligro a quienes circulan cerca. Juan, además, está equipado con uniforme y guantes. En cada carrito hay un mapa con el circuito que recorre cada conductor.
“Esto lo logramos una vez que se fue Covelia. La nueva empresa aceptó las condiciones que impone este programa, ya que los lunes y jueves se levanta sólo los residuos reciclables. Para lograr esto se requiere el compromiso de la empresa recolectora, el apoyo de los vecinos y también un cambio a nivel regional. Por eso estamos hablando con Tigre, Malvinas, Escobar y San Martín para implementar algo conjunto”, indicó Alfonso Coll Areco, Jefe de Gabinete al frente de este programa.
Desde la Comuna estiman que en un futuro se podrán sumar más carritos eléctricos para otros puntos del Distrito, así como nuevas plantas de reciclado. Por lo pronto, todos lo materiales reutilizables que desechan los grandes generadores así como los pequeños y medianos comercios en el centro comercial, son trasportados a la planta de tratamiento de Puerto de Palos 1126, en Mariló. Los residuos domiciliarios, por ahora, son destinados a las nuevas plantas del Recipark de la CEAMSE.
El programa de reciclado sigue en las casas. Con folletos explicativos y entrega de cestos de basura para los hogares, buscan la adhesión de todos los vecinos a la separación de residuos.
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